Es mi gente la de afuera, la que no llora cuando es necesario, la que le tiemblan las manos cuando se habla de felicidad.
Es mi gente la de hoy y la de mañana, la que se fue corriendo cuando le gritaron que quizás, en algún momento sí sería un buen día para vivir.
Es mi gente la del buen corazón, la del “no tengo mucho\" pero sino doy, es como si no tuviera nada.
Es mi gente la de los colores vivos y hasta muertos, que saben que lo bueno no termina en un cajón.
Es mi gente la del tiempo cansado, con segundos desbordantes de alegría, no será esta la manera de pasar, con reloj de sentimiento, pero vaya aburrimiento, sino sabemos como termina.
Es mi gente la que lucha, la que no sabe contar, ni leer, ni bien hablar, pero a pesar de eso, siempre ha estado en contra de los dueños de la tristeza.
Es mi gente la que corre a pies descalzos en este mundo de cristal, es la que de sangre no es, la que sabe palpitar y tocarse con amor.