clonariel

LENTA DESPEDIDA

 

Adiós, amor, adiós.
Tengo en mi corazón
el ala de la despedida,
y el destino me levanta
su espada sangrienta.

 

Es mi alma un palacio
deshabitado. Te has marchado
en la distancia del sueño.
Acorralado, presiento,
las garras de la pena.

 

Adiós, amor, adiós.
Mi despedida doliente
es una piedra sombría.
En mi garganta hay una serpiente
por tu lejanía.

 

Yo me despido de ti,
y no eres tu quien me despide,
ya que mi amor cruzó el puente
de la melancolía. Un río,
lento y sombrío
atraviesa mis pensamientos.

 

Adiós, amor, adiós,
mi lenta marcha del adiós
va hacia el lejano país que te cobije,
mientras que mi pecho siembra
rosas de nieve.