Esta noche Dios lloro,
Empapo mi piel con cada una de sus lágrimas
Mientras mi cuerpo se volvía putrefacto
Y ardía en las llamas del infierno,
Mi sangre no era sangre si no tinta,
Mis huesos ahora eran carbón
Y el resto de mi, solo eran hojas blancas,
Aquellas que se deshojaban con cada suspiro de Dios.
Esta noche Dios lloro,
Empapo mis sentimientos con cada una de sus lágrimas,
Mientras yo me desangraba
Y perdonaba a todos los que me hicieron daño,
Empezando por perdonarme a mí
Por el daño que me hice
Callando cada letra
Que estaba reclutada en mi pensamiento lleno de ideas.
Esta noche Dios lloro,
Empapo mi mente con cada una de sus lágrimas
Mientras esta se llenaba de ideas
Y a la vez sentía que se derramaban palabras
Como si fuera la espuma de una cerveza,
Caían al suelo como llanto,
Y al bebérmelas, se enveneno mi cuerpo,
Es por eso que ahora soy adicta a la poesía.
Esta noche Dios lloro,
Empapo mis sueños con cada una de sus lágrimas,
Mientras mis sueños se formaban como las nubes
Y Dios me esclavizaba en un sueño eterno
Del cual escape ayer por pura cobardía,
Hoy, simplemente soy fugitiva, de un mundo, de fantasía.