Me fui alegre
por el estrecho sendero
regado de amapolas
y de olor a buen poleo.
Mirando al sur
y acariciando el opalino cielo,
que sobre mi cabeza sonreía
azul y sincero.
Mis pies ardían
y mi alma
y todo yo entero.
Caía ya el suspiro vespertino
y mi corazón sentía miedo.
¡Tenía al amor amigo
al final de aquel camino!
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE