Una luz marché buscando,
de fango eran los caminos,
los atravesé nadando.
Y me enfrenté a los molinos,
que me nublaron la mente,
de fango eran sus caminos.
Intenté ser consecuente,
adentrándome en la niebla,
y se me nubló la mente.
Mas la beldad de una debla,
puso un velo a mi mirada,
adentrándome en la niebla.
Mientras vivía engañada,
me mantuvo a la deriva,
puso un velo a mi mirada.
De sus ojos fui cautiva
me mantuvo a la deriva,
los atravesé nadando,
una luz marché buscando.
Dolores Egea ( Lolaila)