Esa ,la que se me escapa en tus narices,
la que recoge tus humores, la que te deja inesperada,
una pecaminosa reyerta que a veces confunde y otras besa,
Esa es la sonrisa que llevo para que me digas feliz la robo.
Se que es un instante, tal vez por eso logra una que otra vez,
llegar a ser palabra, teñirte de oro y plata, saber que ya que existe,
y no se hace sacrosanta, te riega algún recuerdo cuando te abrazo el alma.