Y un día me tropecé con una mirada perdida y un aura inimaginable... Me tope con una voz que acariciaba el aire con un cabello que adornaba un día normal y monótono... Y empecé a soñar con saber más de ese milagro, de esa escultura, y empecé a escribirle sin saber si llegaría a ella... Eras vos... Ese milagro tenía tu nombre, que sin ser nota musical en algún momento dio melodia a mis días... Pero al igual que toda cancion... Algún día debe acabar