Profesando
Solo somos dos almas,
un dragón y un tigre,
confundiéndonos ,
consumidos por el fuego ,
de la pasión .
Debería haber durado toda una vida,
Y solo nos fundimos un instante,
en el atardecer otoñal.
Tras nuestra espalda,
el ancho mar,
apagando con sus olas celosas
el fuego de esa gran hoguera.
Solo fuimos,
un dragón y un tigre,
entrelazados,
confundiéndonos,
por el fuego de la pasión ,
en aquel atardecer otoñal
Eva Estella Parejas Manzanal
Silvia del valle suarez