Adolfo Rodríguez

Te amo y...

A cambio solo quiero pedir

que nunca pierdas

la innata maravilla

de los miles de formas

con que sabes abrazar,

el tierno abrazo

en tu mirada de inocencia,

tu sonrisa que alegremente

abraza mis nostalgias…

 

El abrazo escrito por tus manos,

en una simple nota de oficina

o cuando abrazan a mis manos en un hola fraternal,

el abrazo lleno de gracia

de tu coqueta femineidad,

el abrazo agradecido

con que aceptas mis cariños,

y tu abrazo solidario

de tácita complicidad…

 

El abrazo pendular

de tus caderas que despierta

mis instintos,

el dulce abrazo de tu pecho,

que en mis sueños

se hace eterno,

el inflamable abrazo

con el que me recibes

en el nido de tu vientre…

 

El huérfano abrazo

del reproche

cuando no logro comprenderte,

el abrazo en espiral

de innombrables lejanías,

el cruel abrazo del adiós,

que tan solo es un pretexto

para inventarnos

mil abrazos más…