La humildad no se publica
no se relata, no se edita
la humildad se vive, se siente
se nota, hasta en el modo de caminar.
Un corazón generoso, no tiene que aparentar;
la bondad viene del alma y de la mano de la humildad.
La humildad no es estar sucio, ni ser pobre,
ni cobarde, ni tonto, pero si es ser noble.
Estar dispuesto a perdonar y a veces a ignorar
alejar aquellos actos que puedan perjudicar
alejarse de la hipocresía y la maldad.