Virginia de Albán

OFICIO DE LATIDOS...

Cómplices de latidos…

Devoradores de húmedos latidos

son mi cuerpo y tu sombra.

 

Hay un ultraje de aire gozocísimo

danzando sobre mi pecho.

Eres un latido desmedido,

Como tu corazón

urgente sobre el mío.

 

Pero la lluvia loca de horizontes,

loca la lluvia de ventanas solas,

es un latido de trasparencias

sobre el mundo.

Como el tuyo y el mío

que al unísono arden

danzando en los latidos de la lluvia.