INVITACIÓN DE TU CUERPO, MUJER.
Llegas como la noche, coqueta y lozana,
con tu melena suelta y los ojos brillantes.
Y no es la noche que me inquieta,
es tu cuerpo que me incita
a sumergirme en tu cascada,
a despojarte con vehemencia
en el rubor de la noche.
Tu cuerpo atrae…
la anchura de mis besos entre tus piernas,
y adentro te encuentro desquiciada,
loca y danzante, efusiva y bulliciosa.
De pronto arden tus manos en mis manos
y tu boca baña con frenesí mi carne
sintiendo el parpadeo de la lujuria.
Y en medio de la noche susurros llegan:
habítame, penétrame, desgárrame;
gemidos acarician las sábanas frágiles,
mientras tu flor saborea sin sesar
el paso, tenaz, del vaivén embravecido.
Autor. LMML.