Tu cuerpo expuesto
al deseo,
violenta mi soledad,
tu desnudez aguda
es una palabra
que me incita,
me vulnera,
me despoja……
me llama.
Nos diluimos los poros
y la piel,
encendemos la palabra,
para luego hacerla ceniza,
tiempo,
espiga,
árbol……
Y ya sobre mis brazos
en tu cansancio y el mío,
te miro
vaso de cristal,
humedad transparente,
gota de agua.