Como el “patito feo” nació negro,
al no ser rubio albino como el oro,
con intenso penar sufrió su lloro,
al no sentir el tiempo del alegro.
Si el papagayo hablara como el loro,
y el jilguero lo hiciera cual canario,
cantaría feliz canción a diario,
por ser su dulce música un tesoro.
Triste vivió por su color de piel,
aquel “patito feo” al comprender
que es este mundo inmensamente cruel ,
¡En su interior, el dulce de la miel,
un alma bella puede contener,
cual gran tesoro de un corazón fiel!...
Roberto Santamaría
Registro de Safe creative.
Código de registro: 1703121109391