Siento el alma tan triste y solitaria
grietas lleva, desnudas y dolientes
muda queda, delante su destino cruel,
que toca su puerta con ariete.
Bajo el cielo de azul tan misterioso
yacen roto los sueños de placeres,
y en mi cama el desvelo me acaricia
descarado, recuerdos en mi mente.
Mis sentidos se enervan extrañando
las caricias perdidas que arremeten,
con ternura exquisita mis deseos
de amarte con locura y poseerte.
Enredarme en tus brazos y decirte;
Que las horas tan lentas acontecen
en mis lares, marcando así, tu ausencia
que a mi vida en tristezas la sumergen.