Yo quise a la amiga
frágil, pálida y pedida,
esa que era un pájaro azul
lleno de amargura.
Pero de pronto comprendí
que la cercaba la envidia
la necesidad de ser primera.
Al vagar por tus oscuros prados
todo se transformó en sombra negra
¡Qué misteriosa es la vida...!
Ambicionar el fruto que otro tiene en la mano,
querer el cielo desconocido
cuando el tuyo está al alcance, muy cercano.
Pisotear al hermano
para que quede desechado
Así quedé aturdida con la que creí amiga
Una luz develó la realidad desnuda,
ya no fingías eras una trepadora.