¿Estás aquí?, voltea y mira al viento,
nuestra carne está herida, sangra y corre.
Se esfumó en el farol, la vieja torre,
la cordura se cierra al pensamiento.
La tierra ahora patria, ¡Buen invento!
Entre la hierba, el agua la recorre,
y un titilar de besos nos socorre
en el postrer suspiro, donde intento.
¿Donde estamos? perdida nuestra alma,
sin paz. Aquí no hay más ningún pudor,
mas bajo tierra y fango, el estertor.
La sangre que contiene nuestro icor,
se seca en nuestras venas, sin honor,
pero la calle toda… sigue calma.
Claudio Batisti