“El de Siempre”
Las horas pasan lentamente, los días más
Es mi mente confundida la que no sabe actuar
Mas mi suave, dulce y encendido corazón
Cien veces más quiere gritar, si gritar
Que te ama en la profundidad de la noche
Y en el claro amanecer de las aguas
Que las mil leguas no me alcanzan
Para apagar tanto amor en el pecho desmedido
Son las ansias y la sed de tus caricias
Es la angustia que no aquieta tu voz
Son los versos menos pensados y más sentidos
Que brotan sin ton ni son entre mis manos
La ideas apresuradas de tu sereno andar
Ya comprendo el arraigo de tu ser en mi
Es que has sido el amor primero y el final
Toda una vida buscándote en sendos lugares
En otras manos, otros ojos, otros pies
Te he buscado una eternidad en otra piel
Pero no, aquí estás, eras tú, el de siempre
El que no supe resguardar, aquel tenue murmullo
De una noche entre tu piel y mi piel
El que camina en la jungla sin pensar
Que al otro lado alguien esperándote está
El de hoy, el de ayer, el de siempre
Y no por prohibido o imposible sino por estar
El hombre de ojos pardos más azules que el mar
Y te amo, inexplicablemente, te amo sin pensar