Muchedumbre que me abrumas, hoy derrochas soledad
Verdad, la que se consuma al derredor de aquel mortuorio
Oratorio, pocos que por el muerto sienten piedad
Ansiedad, grandes riquezas, viril fama ¡Es ilusorio!
Llanto desconsolado de la viuda y su gritería
Quería, besar mis labios y darme eterno descanso
Alcanzo, veo la dama que a ratos me entretenía
Hería, al silencio sollozo y de llanto hizo remanso
El llanto de la viuda, contrastado con el gemido
Temido, el doloroso adiós del amor de quién fenece
Parece, que saberme distante, me hace pan comido
Lamido por la voraz jauría cuyo interés crece
Alguna a un lado, simulando murmurar a mi oído
¡Distraído!.. ¡Descarriado!.. ¡Muchas veces no estuviste!
Cuando tu paloma salía otra calentaba el nido
He querido darte el mío, pero nunca me pediste
Los amigos, los compadres y otra torva de deudores
Clamores, exaltación de una bondad desconocida
Torcida queda la historia para mis conocedores
Algunos soban la viuda y otras más a la querida