El grito que proviene del alma,
es el más aterrador,
te deja atónito y desorientado
al borde del camino...
el paisaje que te envolvía
en ese preciso instante...
No es otro...
más que la vida misma,
queriendo salir de tu mirada,
queriendo fugarse hacia la eternidad.
Pero este grito jamás viene solo,
casi sin darte cuenta,
te ves rodeado de un aire
misterioso...
Un aire de nostalgia.
Aquí no hay otro vivir,
Y allá no hay otro momento.
Por eso, este grito es único
por eso, esta vida está llena de sorpresas
y de cosas fugaces.