Te espero sentado
a la sombra de aquella vieja encina
donde un día un beso te di
y dibújastes un corazón en su tronco
aquella tarde de primavera
las flores embozarón una sonrisa
la charca rebosaba agua bendita
a lo lejos el dulce son de los cencerros
y una rana juguetona saltaba
entre los juncos dormidos
un cálido sol se filtraba entre la ramas
cogidos de la mano
el corazón palpitaba
la hermosura de tu rostro
el paisaje inundaba
y un grillo saltarín
con su canto nos arrullaba
un beso se rompió en el aire
asustando a un gorrión que volaba
y una mariposa blanca
con sus alas nos abanicaba
el sol un poco perplejo
desde el cielo azul nos miraba
sacando del agua sus destellos
al ver desprenderse una lágrima
que yo borré con aquel beso
que salió del fondo de mi alma
el pueblo recostádo en la montaña
nos saluda mostrando sus casa blancas
mientras vuela un vencejo
haciendo pirulétas con sus alas
en el cerro la casa de los pastores
rodeada de encinas doradas
bello escenario, para una pareja enamorada
una escena de novela
de esas que antes eran radiadas
el sol en lo alto seguía brillando
ay que ver como el tiempo pasa
colgado en el balcón de tus labios
que quemaban como brasas
se rompió el tiempo con el beso
se coló el viento entre las ramas
mientras en la charca cantaban las ranas
y se mecía el paniquéso
en el baile a música sonaba...
No tardes, que te espero
a la sombra de aquella encina soñada
donde mi corazón un día te di
y besé tus labios de enamorada...