Que nazca todo
como el primer jazz
buscando la despreocupación
desahogándote de los agrávios
jugando con las notas burlónas
charlando informalmente
contagiándo vuestra alegría.
Si sois sinceros, será hermoso
enseñad todo lo que aprendísteis
en el conservatorio del asfalto
donde compartísteis la dureza
y la ternura con los perros
sin dueño.
La música es el reloj del tiempo
que a veces duerme, y cuando
despierta, no respeta siglos
ni fronteras, ni noches ni
días, sus agujas locas
marcan los sentimientos,
y la nostalgia de lo conocido
y de lo que queda por conocer.