Embriagado en el aroma de tu aliento
me siento sembrado en jardín florido
y entre todas las flores hermosas
eres luz diamante que se clavó en mi sino.
Destella el alba de ensueños
con reflejos santo en tiempos perdidos.
Y allí en la aurora se siente el aroma
de tu flor de nacar que vivo y suspiro.
Bebo de tu sabia sutil que ésta envuelve
fragancia con brillo de amor y cariño
Y en tu tierra amada se asoma el deleite
de besos y mimos que sembré contigo.
Elevo mi aliento plagado de esencia
esa que infiltraste toda en mis sentidos.
Y ruego a la vida me de permanencia
en jardín de amor que tu y yo vivimos.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO
Leo Henry