Y otra vez lenta avanzo,
parece no salir nada bien.
Sin embargo, me siento perfecta
ante mi mirada desafiante
rodeada de banalidad.
Mis zapatos no se cansan,
ni se gastan de patear;
de encontrar el tono adecuado
en el próximo puntapié
Y finjo no saber nada
por miedo a mi determinación.
Quizás no sea una mortal corriente,
esto me lo pregunto,
mientras nazco en el principio
de mi muerte.