Raquel Fraga

Entre dos puertas

Y otra vez lenta avanzo,

parece no salir nada bien.

Sin embargo, me siento perfecta

ante mi mirada desafiante

rodeada de banalidad.

Mis zapatos no se cansan,

ni se gastan de patear;

de encontrar el tono adecuado

en el próximo puntapié

Y finjo no saber nada

por miedo a mi determinación.

Quizás no sea una mortal corriente,

esto me lo pregunto,

mientras nazco en el principio

                                       de mi muerte.