Hoy sentí que seria un buen día para morir.
Al abrir mis ojos, consumí la oscuridad circundante
y a lo Bukowsky, rasgué unas hojas de mi libreta barata
para impregnarlas del hedor húmedo del silencio.
Intenté destruir el cielo
luego,
fui a caminar sobre los vidrios del sol
que alguna vez intente coser…
y que ahora solo son parte de mi soledad interna,
empeñada en visitarme mientras trato de resucitar mi luz.
Asi comencé a drenar mis propios cuervos
inmunes ya al sorteo de las botellas de anoche.
Los desdibujé sobre líneas amarillas…
Pero la paz es cada vez más ausente,
y ya no puedo contener mi propio infierno
y no pude evitar gritar,
y no puedo evitar sangrar antes de reír.
Así que decidí hacerlo a lo Bukowsky:
dibujando mofas en la cara de la vida,
caminando dentro de mi propio infierno
con un reloj en mis manos…
No vaya a ser que a mi tiempo le de por suicidarme.
Hoy sentí que sería un buen día para morir…
Viejo amigo.