Es profundo y amargo
el dolor de un amigo
es un vino picado
que te roba el sentido,
es un vómito ardiente
que te abrasa la entraña
un cilicio acerado
que se clava en el alma.
La impotencia te muerde
como un perro rabioso
mientras ves la tristeza
arrasando sus ojos
mientras sientes su pena,
te amordaza el silencio
y las manos te tiemblan
y te crujen los huesos.
Es profundo y amargo
el dolor de un amigo,
¡cuanta veces quisieras
intentar compartirlo!
pero el está solo
y se encierra en si mismo
y te cierra la puerta
y te arroja al abismo
Solamente te queda
esperar su regreso
y beberte su ausencia
y apurar los recuerdos,
ignorar los desprecios
arañar sus silencios
con las uñas del alma
en los muros del tiempo.