Se ha callado la voz de la luz nuevamente,
y ha despertado la agonía de la noche,
se ha escondido como un misterio,
haciéndose invisible
a los latidos del corazón desesperado.
Solamente una sombra
se percibe en su palabra,
y las manos agitadas
quieren atrapar la ausencia,
pero se desvanecen
en el torbellino de los vientos.
Los pies descalzos de la luz
ya no dejan huellas
porque su voz se ha callado,
solo se escucha el lamento del tiempo
que ha congelado las horas.
Los labios han besado
la tristeza de la luna,
porque la voz de la luz se ha callado.
¿Hasta cuándo durará el dolor?
Seguramente siempre,
porque la voz de la luz
nuevamente se ha callado,
pero, aunque la voz de la luz esté callada
nunca se callará la voz de la noche.