argantonio

Eterno duelo

Cuando la nobleza holgaba

se aseguraba un palco en el cielo

mientras que el ajeno suelo

la plebe con su sudor araba.

 

El plebeyo seguía atado al yugo

dejando su vida en cada surco

cuando no, luchaba contra el turco

siempre que al noble poderoso plugo.

 

Allí reposan en solemne panteón

por haber servido a Dios y al rey

gozarán sus excelencias en el cielo.

 

Seguirá en el otro mundo la discriminación

es la mala fortuna reservada a la gréy

un injusto purgatorio que no es ni gloria ni cielo.