Ahora perdóneme... No era mi intención dejarlo entrar a mi vida...
Paso tan de repente que ni me di cuenta lo evidente que era mi alma...tan ávida y seca... áspera y marchita por el dolor...
No quise... pero al ser vulnerable deje pasar gotas de palabras, de compañía que llenaron eso que falta ... eso que se necesita para remediar los momentos de soledad y tristeza que me abatían.
Tremendamente acompañada por terrores del tiempo... fue usted quien recibió los huracanes de mis frustraciones al escucharme y así fui llenando los espacios... el mismo tiempo entonces se comportaba amable y me hallaba afín a sus maneras tan suyas y parecidas a las mías...
Perdóneme... no quise involucrarlo en mi vida... siento que dañe parte de la suya... y ahora la culpa me llena de melancolía al querer revivir el pasado sin usted conmigo.
Se lo suplico... bórreme de su vida... olvídese de mi nombre y si es preciso ódieme por dañar su paz...
Sáqueme así como entre... tan atrevidamente y sin permiso...
No exagero al saber que lo mas hermoso de una vida, como son su sus sentimientos se vean corrompidos por una alma atribulada como la mía que llego para hacerle daño...