Cantando, llegó cantando
la dulce Musa de abril
con su risa entonando
melodía muy sutil.
Pasó su vida risueña
no conocía el pesar
cuando el amor rompió el sueño
conoció lo que es llorar.
Ya tarde en la madrugada
voló en el pastizal
creyóse una ninfa alada
o por lo menos zorzal.
La tarde que la enterraron
al rostro color marfil
de rosa y nieve la ungieron
toda ella era un pensil
se fue cantando y amando
la dulce Musa de abril.
Bolívar Delgado Arce