Fúndete con el mar,
hazte amiga de él, hazte cómplice,
hazte una con él
para que te cuente mis secretos más íntimos,
no me dará pena que el mar te los cuente,
porque tú ya los conoces.
Camina y hunde tus pies en la arena
para que así pueda yo seguir tus huellas
y te mire a través de esta ventana
que huele a tu recuerdo.
Respira lentamente la brisa de la playa,
cierra tus ojos
y embriágate del aroma de las flores
para que sientas mi abrazo
en el va y ven de las olas.
Róbale un beso a la luna
y cuenta las estrellas cien veces,
pero no lo hagas muy rápido
para que escuches mi voz
hablándote a tu oído.
Déjate acariciar por el viento
hasta que tu pelo nuevamente
se vuelva rizado.
Nada más que ese secreto
no se lo cuentes al mar,
ese solo nos pertenece a ti y a mí.
Deja que el mar
escuche la voz de tus ojos,
abre tu boca para que la noche bese tus labios,
desnúdate y baila lentamente sobre la arena,
hasta que el mar quede hechizado
por siempre con tu magia.
Yo solamente esperaré tu regreso.