Buenas tardes, mi señora
Si, le hablo a usted bella flor
Que en sus huesos blanquecinos
Se percibe su aroma dulzón
Que en su excéntrico sombrero
Hay un precioso sendero…
Sendero de flores de color.
Las nubes que exaltan su pureza
Haciéndola parecer una francesa
Los claveles… ¡Oh hermosa catrina!
Este simple botón que usted nos entrego,
Nos hace que podamos rendirle honor…
A aquellos seres, que usted lastimosamente nos quitó…
Pero que usted, después de un tiempo
Nos permite recordarlos con amor.
Y ahí estamos fuera de nuestro hogar…
Para indicar a los nuestros como llegar
Primero marcamos un sendero amarillo
Dejamos que el fuego fluya
Para indicarles que no los olvidamos…
Dejamos azúcar y pan de muerto
Por que por lo visto el camino es extenso
y deben estar hambrientos…
Lo lamento, me estoy extendiendo…
No quiero faltarle el respeto… no señor,
pero quiero pedirle un favor…
Sería tan amable de no llevarnos esta semana
Y brindarnos la victoria
Victoria que será en nombre suyo…
Victoria que hará que el día de los muertos nunca sea olvidada.