Queenmaster

Una tarde como cualquier otra

Una tarde como cualquier otra 
pensando en el tiempo perdido 
encontre a mi descuidado destino 
jugando con mi alma rota. 

Confundido ante aquella escena 
ambos continuamos observandonos 
esperando que alguna receta 
nos invitara a consolarnos. 

Y el vacio se apodero de mi alma 
desesperanzada por la calma, 
intentando recordar el afecto 
que mi pasado creia perfecto. 

Pero en el pasado no existia 
receta alguna para consolar 
a toda pena que extinguia 
la esperanza de volver a amar. 

Cuando todo se veia negro 
logramos con esfuerzo divisar 
una esperanza en forma de ruego 
que tu lograste en nosotros canalizar. 

Era tu sonrisa que se asomaba 
entre verguenza y valor 
esperando una respuesta 
que demostrara nuestro amor.