Nací el mismo día en que morí, en este mismo mundo,
Permanecí oculto hasta de mi sombra... ¿Adónde voy?, es
La gran pregunta, ¿De dónde vengo? poco importa saberlo... La edad es un número que maquilla la angustia.
Siempre esperando, quien le dé sentido a mis pasos y
Razón a mis manos, para acabar de una vez con el sol...
Quien llego a mí luz prefirió mi abismo y en él
Sucumbieron una y otra vez, no distingo de género, la
Piedad es para los débiles. A los pies de la luna, tendida
Al ocaso de las almas...
Mirándome al espejo y ver que la máscara sigue ahí, que
La herida de mi corazón aun no sana; pero mi soledad se
Hace eterna. Soy el buscador eterno y tú una ilusión que
Como la luna brillas en mi corazón.