Suspiros del corazón
Aún creo en los suspiros del corazón, de quien escribe en tinta, en sueños o en el balcón, que buena pinta eso de amarte sin respiración.
Cosas bellas de lunas y estrellas, tu mirada es una de ellas, dejando un rastro de flores, gritos y señas, desojando margaritas para que un día me quieras.
No se cuantas vidas tiene el alma, si viene o se queda, si se marcha o se espera, pero la tuya es la que verdaderamente me altera.
La mitad de la belleza depende del paisaje, la otra mitad de la persona que mira y yo te miro a ti, por ello no solo te amo, también te deseo y eso no puedo cambiarlo.
Deseo amarte en una playa de la Habana, o una noche eterna en un hotel, extendiendo tus muslos de marejadas, cuando un velero surca tu piel, olas suaves, embravecidas y mojadas, exhalando emociones sin cuartel.
Quiero amarte boca a boca con sabor a dulce y miel, seducirte en la ventana de tu mente, como pintor a su pincel, en la acera de enfrente, o en el lienzo de tu piel, para probar tus besos dulces con sabor a moscatel.
Me place amarte de madrugada, de susurros al erizo de piel, entre versos verte agitada de gemidos con sabor de placer, del encanto de sentirte amada surgen mis poemas de bocas entre versos por morder.
Ahora víveme, bésame o mátame, desnuda, seca o mojada, para hacerte el amor de pie o tumbada, tu mente y tu corazón así lo han acordado, una velada de lenguas trenzadas...
Jordi Etresi