Yo nunca fui prioritario para ti,
Así me lo demuestran tus acciones.
Por más que dibujaras corazones,
Y aun cuando yo nunca te mentí.
Hoy reconozco, desesperado mi derrota.
Tú anteponías otros amores, ante mí
Eso, aunque lo dudes, recién lo comprendí.
Tal vez tú no veías dentro de mi alma rota.
Dejaste que mi alma se perdiera
En los besos de bocas pecadoras
Y en los brazos de amores pasajeros.
Permitiendo a la vida que me hiriera
Con dardos de mujeres tentadoras
Y con sus ardientes besos lisonjeros.