Kristian Mariano Ibarguen

Ella

Ella,

tan risueña, tan alegre

se ha mostrado siempre,

pero nadie sabe

lo que de verdad siente.

Ella,

la de la eterna sonrisa,

resultó que con ésta escondía

todo lo que su alma sentía.

Ella,

que a gritos ayuda pedía,

pero luego los reprendía:

por eso nadie le entendía.

Ella,

que cuando se animó a hablar

todos se le empezaron a alejar

y nadie la quiso ayudar.

Ella,

hoy llora en soledad,

rechazada por la cruel sociedad,

sin siquiera apoyo familiar

para su problema solucionar.