UNA VOZ EN LA REVOLUCIÓN SE FUE
A los teólogos liberales
Con muchas gotas al abismo
enmudeció la tierra terca
con un revoltoso suspiro
excitó a una vieja tristeza.
Parco ante nieblas infecundas
las balas pintaron al pueblo
silente con las metralletas
cinceló victorias al vuelo.
Sembró la revolución social
un romance en la selva oriental
y un credo a la aurora celestial.
El eco oculto en el manantial
grita al joven pueblo matinal
¡Acabemos con el mayoral!
VICTOR ABEL NIQUINGA RUIZ
1998-IV-6