Sin darme cuenta
se agotaron
se gastaron
se perdieron
las palabras
voló el tiempo
audaz, rapaz
y se detuvo en mí.
Yo
me quedé con tu imagen
la de ese joven bello
mágico
verdadero
oscuro
sin tinieblas
mi amor
sin velos
con ojos azabaches
y luz de fuego.
Te perdí hace ya tanto
que hoy no sé ni tu nombre
Sólo escucho mi llanto.
Me encerré en una jaula
Castigo necesario
castigo insuficiente
castigo que me impuse
por perderte.
Y dentro de mi jaula
de ardientes barrotes
lloro
y escribo tu nombre
sueño
y grito tu nombre
me detengo
por horas,
por días
por años
sin saber si estoy viva
y me pierdo en tu nombre
fusión necesaria
pues presa en esa jaula
y con toda osadía
de locura insistente
de obsesión desmedida
te amo,
Yo te amo
todavía.
A.E.C