ARREBATOS...
Tengo un sueño
entre lo santo y lo profano,
lo divino y lo prosaico,
lo falso y lo verdadero,
lo fiel y lo infiel.
Y tocas mi alma
y besas mis labios,
puros e impuros,
divino e impúdico.
Te sueño conmigo,
entre el cielo y la tierra
con mis piernas trenzadas
en tus piernas, sudando
con mi aroma de mujer,
y mis senos erectos
ofreciéndose a tus labios
entre abiertos con sabor a miel.
Y tu piel juntándose a la mía,
en un arrebato te hago mío,
para encontrarme
...con tus ganas de mí,
y dejas en mí tu esencia
de hombre fuerte, audaz,
atrevido deseoso de besos
y de entregarte a mí y llenarme
de ti con tus arrebatos de hombre
y de caballero dulce y tierno,
en la entrega de dos cuerpos
con deseos de amarse
perdernos en pasiones y arrebatos,
hasta que nos amanezca la vida
amándonos, robándonos el aliento,
sintiéndonos, teniéndonos
con ganas de no dejar espacios vacíos,
llenarnos de ti y de mí,
ser uno en el lecho de rosas
y juntar los cuerpos con deseos
de sabernos uno para el otro
hasta amanecer abrazados,
Juntar la vida para amarnos
envueltos en pasiones y deseos
después de una noche
arrebatada de amor...
entregarnos cuerpo, alma y espíritu,
para amarnos toda la vida...
ser de ti y tú de mí
...en un arrebato de amor.
Eres un loco, pero loco mío.
¡Te amo mi Ángel, de Amor!
Alicia Pérez Hernández
No es la pluma la que escribe, es el alma
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