Daniela Cortés

Dificultad.

No me fue fácil aprender a vivir sin ti
y es que con el tiempo fue que aprendí
que no puedes poseer nada ni a nadie,
que terminarás caminando solo en la calle,
llegando a tu solitaria casa a beber un té
que te sabrá a la diminuta pizca que te queda de fe.

No me fue fácil leer a Cortázar después de ti
o interpretar a Sabines sin desear morir.
No me fue fácil dejar entrar a Nicolás Guillén
puesto que sé que también lo lees
a la una de la tarde o tal vez hoy a las tres.

Aprendí tantas cosas de ti como tú de mí,
nunca me había enamorado de nada en la vida
hasta que tú me llenaste de tus poesías
y supe amarlas hasta sentirlas mías.
Yo por otro lado te enseñé a soltar el pasado
que tanto tiempo llevaste cargando,
tomé parte de la carga y la puse en mi espalda
para hacerte más liviano el camino
y tal vez (sólo tal vez) te quedaras conmigo.

No me fue, ni me será fácil lo confieso
porque todo lo que digo abarca más que eso,
pero es claro que \"éso\" ya no está
y tampoco lo voy a buscar en alguien más,
puesto que tú tardaste más en llegar
que en lo que te fuiste,
no voy a mentirte, estoy triste
pero es tan sólo un tropiezo...