susoermida

Mi cartero y el deseo.

 

 

Estés donde estés escríbeme.

Envíame en tus textos la luz y la sotana negra

que viste y martíriza sentimientos lejanos.

Envíame el patrimonio de tu alma en las letras

que disparan los senderos y disipan las nieblas

que la distancia oscura preña en nuestros ojos.

 

Envíame las palabras cerradas

que el cerrajero que habita mi corazón las abrirá.

Será con herramientas de deseo y arenas levantíscas

llenas de alegría y de repúblicas de reinados deseosos.

 

Estés donde estés, escríbeme.

Mis ojos de agua devoraran el mar de tu escritura,

de allí iré al río, del río a la fuente

de la fuente al amor que nace entre los dos.

Envíame tu sentir.

Envíame tus palabras.

Las pondré en el jarrón de mis sueños

y desde allí escucharé las alas de los verbos

transitar la sangre de mi sola sombra… y te amaré.

 

Escríbeme.

Escríbeme.

Que los diccionarios de mi alma

y los carteros de mi corazón

están esperando el reparto de tu voz.