La victoria

El eterno poeta

Caminando de tu mano por la vida
No existía, tiempo de reflexiones
Esos meses en que yo no te escribía
A tus oídos, susurando emeociones.


Y ahora que te vas, ya que me queda
Ser poeta en el mar de tus suspiros
Ahogarme cada día en los recuerdos
De la dicha en que una vez, nos envolvimos.

Y ahora que no estás, melancolía
me acompaña cada noche en la cama
y sólo, la poesía es quien ampara
al poeta en su triste agonía.


Pero aún,
te escribiré por siempre virtualmente
Con la luna, nuestro único testigo
Esperando que tus labios al leerme
Añoren, los susurros en los míos.