De aquellos días jóvenes
donde figuras flacas cabían en la foto
recuerdo besos fuertes
de fuego ardiente,
niños, que lo quemaban todo.
Recuerdo que mis manos traviesas me golpeabas
con pícaras sonrisas,
y ante mi enojo largo (ofensa simulada)
¿tú búsqueda?,
¡caricias!.
También aquellos pájaros proyectados al tiempo,
donde en la alfombra roja de nuestro amor futuro,
jugaban nuestros hijos.
Y vivos nuestros padres, recuerdo, se jactaban,
de haber cumplido sueños.
Recuerdo nuestra boda,
tu primer embarazo,
la muerte prematura y nuestro dolor grande.
y el hijo sano y fuerte que nos inundo el mundo
apaciguando penas.
Recuerdo las peleas,
el fútbol que te saca
y algún platito roto.
Y las reconciliaciones,
momentos tan sublimes que quiero repetirlos
si es que lo pienso un poco.
No fué todo alegría
tuvimos desde siempre dolores muy profundos
pero nos hicimos fuertes
y aún con la tristezas, permanecemos juntos.