¿Le has hablado a alguien con letras?
¿Con los ojos?
¿Con una lagrima?
¿Con una sonrisa?
¿Con un gesto?
¿Has llegado al corazón de alguien sin usar las palabras?
¿Sin dar discursos o sermones?
¿Conoces la vía al alma y al corazón?
Muchos pueden hablar y dar toda una sarta de frases las cuales muy probablemente pasen desapercibidas o carezcan de relevancia para su interlocutor. Para llegar al corazón y tocar el alma no necesitas las palabras solo transmitir emociones sin usarlas.
Si tú sabes hablarle al corazón es porque conoces el alma sientes la vida y todo a tu alrededor, nada te es irrelevante, si no que le das el lugar correspondiente a cada cosa que ocurre; te maravillas como quien apenas comienza a abrir los ojos al mundo.
Es importante no mira, si no observar; es distinto en el sentido en el que al mirar no reparas en detalles y cualquiera puede hacerlo mientras que si observas te das cuenta de todo y nada pasa desapercibido.
No debes oír, si no escuchar; quien oye solo percibe a medias el mensaje, mientras que el que escucha percibe cada una de las silabas, cada suspiro y tono que usa el otro.
Tu corazón quien debe comunicar, no hablar; debe dar rienda suelta a sus sentimientos, sus anhelos, sus sueños y todo cuanto en el guarda pues todo aquello que contiene es tan maravilloso, misterioso e increíble que usando palabras difícilmente se podría explicar todo aquello, no existen frases o símbolos que expresen lo que hay en tu alma y corazón pues se quedan cortas.