Dueles incluso cuando no deberías de doler
Como el roce de la espina de una rosa
Sobre la palma de mi mano
Persistes e insistes
A permanecer en mi mente
Te metes directo a mi cerebro
Eres esa conexión entre una neurona y otra
Que, para mi desgracia
Solo provocan recuerdos más lúcidos de tu existencia
Y por ende, de tu ausencia.
Te encuentras entre mis ganas de ir a dormir sin soñar contigo
Y mi insomnio por pensar en ti
Entre la curva que se asoma sobre mis labios
Y las lágrimas que avecinan mis ojos.
Eres una ola de emociones
Una embestida de contradicciones
Ese mar de añoranza en él que deseo nadar.