¡Soy el Caballero de la Triste Figura!,
escupo,tropiezo y mi grito es el violín,
pues aquí pinto poco y escribo mucho para el jardín,
soy el Quijote sin Dulcinea ni hijo natura.
Camino solo,sordo,ciego y bajo en ternura;
hablo a Dios de la Mancha en latín
y si me escucha,me conteste con su maletín,
no hay ni Rocinante,Sancho ni forma en criatura.
Dorotea me afeita la barba,y el sacerdote
quema mis libros porque piensa que es mi sangría:
¡que ni loco estoy y sí,vivo por la caballería!
Y así en esta lucha como Don Quijote,
que por loco me toman por hacer justicia,
Triste Figura y Caballero: ¡el fin de mi noticia!