Franky De Varona

REFLEXIóN

 

 

 

 

 

Anoche pensaba en ti,
trataba de conciliar las dudas 
entre las horas perdidas 
y un febrero que se escapaba 
del invierno.

 

Hurgué en los recuerdos 
que como un rompecabezas
se hacían íntimos en los lóbulos 
de mi mente.

 

Y busqué entre las anaranjadas viñetas 
de mis pensamientos tu adictiva figura.

 

Procuraba una palabra que me dijera algo,
me hablara de unos labios ausentes, 
lejos de los escombros de la noche.

 

Y no llegabas... huías como una huella irreconciliable

en la inequívoca muerte de una hoguera.

 

Parecía que la madrugada 
era indiferente en su manto 
de luces y sombras.

 

Y fui en busca de tu ausencia 
entre las nieblas acorraladas 
de un fugaz rezo.

 

Solo quedaba aquel, nuestro libro,

lleno de páginas arrancadas

en el adúltero desprecio de un olvido.

 

Entonces, esperé el alba 
con su cántico de brillo y rocío,
en un oblicuo sesgo de la indiferencia 
y cerré nuestro capítulo para siempre.