Hugo Blair M.

CARTA PRIMIGENIA

 

Primero fue la oscuridad

después nos llegó la luz

y desnudos nos encontró,

abismados nos miramos

absortos nos escondimos;

luego nos enamoramos.

 

Con la luz desenfocada

jamás lo avizoramos,

los dos habíamos pecado;

ahogados en la nada

sin darnos cuenta quedamos

sin corazón y sin alma.

 

Donde el pan es añoranza

con sudor lo ganaremos,

o si no, nos moriremos,

¡ay! nuestros cuerpos temblaron

y nuestras manos se enfriaron,

más aún aquí quedamos.

Hugo Blair M.

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