Era aquella madrugada,
Difumada entre neblina,
En la ruta serpentina,
De soñolienta alborada;
Cuando dejé esa almohada
E inicié la matutina
Aventura repentina
Por la vía despejada;
Pise, de sombras, un mundo,
Escenario de fantasmas;
Era cual zombie errabundo
Entre líquidos y plasmas;
Triste ayer vagabundo:
Do, con tu amor, me entusiasmas…